Alba Sánchez
@albashezf
El Campeonato de Europa de Powerlifting Júnior y Sub-Júnior dejó una estela de éxitos sin precedentes para la delegación española, que firmó una actuación histórica marcada por medallas, récords mundiales y la consolidación de una generación que apunta a cambiar para siempre el rumbo del powerlifting nacional. Desde las categorías más ligeras hasta las más pesadas, España presentó un bloque sólido, talentoso y, sobre todo, imparable.
La primera en abrir el camino al podio fue Elisa Albers, en la categoría júnior de –43 kg, quien firmó una actuación sobresaliente. Su dominio quedó reflejado en un total de 295 kg, empujado por una sentadilla de 107,5 kg, que le valió el oro, un press banca de 52,5 kg, con el que alcanzó la plata, y un peso muerto de 130 kg. Su versatilidad y control técnico la consolidaron como una de las figuras más prometedoras del grupo.
En la categoría júnior de –47 kg, Paula Santos mostró una gran evolución competitiva. Cerró su participación con un total de 337,5 kg, destacando especialmente su press banca de 75 kg, con el que logró la plata. A ello sumó 120 kg en sentadilla (bronce) y 142,5 kg en peso muerto, que la colocaron en el podio final con un valioso bronce europeo.
La categoría júnior de –52 kg tuvo como representante a Elena del Pueyo, quien añadió otro meritorio metal al medallero español. Con un total de 392,5 kg, la joven levantadora consiguió el bronce continental, acompañado por los 142,5 kg en sentadilla y los 167,5 kg en peso muerto, que también la situaron en posiciones destacadas.
En el mismo peso pero en sub-júnior, Andrea Carmona volvió a demostrar la fuerza emergente de la base española. Su total de 342,5 kg incluyó un peso muerto de 147,5 kg, sentadilla de 132,5 kg y press banca de 62,5 kg, registro que le permitió colgarse un triplete de bronces.
Una de las actuaciones más brillantes llegó en la categoría sub-júnior de –63 kg, con Alexandra Fragoso, convertida ya en referente internacional tras un campeonato de ensueño. Dominó por completo los tres movimientos: 162 kg en sentadilla, 110 kg en press banca y 196,5 kg en peso muerto, alcanzando un total de 468,5 kg. La hazaña no solo le otorgó cuatro oros, sino también dos récords del mundo, coronándola como la estrella absoluta de la competición.
En júnior –63 kg, Cristina González añadió solidez al bloque femenino con un total de 462,5 kg, logrando el bronce. Su sentadilla de 182,5 kg le valió la plata, mientras que sus en 190 kg peso muerto y 90 kg en banca la mantuvieron en la pelea hasta el final.
Más adelante, en la categoría sub-júnior de –66 kg, Marcos Rodríguez dejó su huella con una actuación explosiva. Con un peso muerto de 271 kg, estableció un récord del mundo, redondeado con 127,5 kg en banca y 205 kg en sentadilla para un total de 603,5 kg, que lo llevó al bronce europeo.
En júnior –66 kg, José Muñoz firmó una de las actuaciones más dominantes del campeonato. Sus 217,5 kg en sentadilla, 135 kg en banca y 267,5 kg en peso muerto lo catapultaron a un total de 620 kg, suficiente para proclamarse campeón de Europa.
La categoría júnior de –69 kg vivió un intenso duelo que tuvo como protagonista a Milena Salichs, quien se alzó con el oro en el total gracias a sus 485 kg, impulsados por un press banca de 110 kg (oro), 175 kg en sentadilla y 200 kg en peso muerto, con el que obtuvo la plata.
En júnior –74 kg, José Juan García aportó una plata al global español con un total de 692,5 kg. Su peso muerto de 295 kg le valió el oro parcial, acompañado de 157,5 kg en banca y 240 kg en sentadilla.
En sub-júnior –76 kg, Carla Ferrández sumó otro podio con un total de 407,5 kg, sustentado en 155 kg en sentadilla y 87,5 kg en banca, ambos con medalla de plata.
La categoría júnior de –84 kg vio el dominio absoluto de Carla Sánchez, cuyas actuaciones le merecieron un pleno dorado. Con un total de 542,5 kg, sumó oros en sentadilla (212,5 kg), peso muerto (225 kg) y una sólida banca de 105 kg.
Por último, el broche final lo puso Javier Fernández, en júnior –83 kg, con una participación histórica. Sus 297,5 kg en sentadilla, 175 kg en banca y 312,5 kg en peso muerto lo llevaron a un total de 785 kg, logrando la plata. Su rendimiento, además, lo convirtió oficialmente en el mejor levantador de la historia de la AEP, cerrando así una actuación legendaria para España en el Europeo.
