miércoles, 24 abril 2024
spot_img
spot_img

La testosterona y el desarrollo muscular

Hoy os vamos a hablar de la testosterona, la hormona que permite obtener los mayores resultados cuando hablamos del desarrollo de la masa muscular.

Esta hormona actúa tanto en los músculos como en la cabeza de los practicantes de deportes que directamente impliquen el aumento de masa muscular como, por ejemplo, la gente que practica deportes de fuerza.

Como definición, la testosterona es una hormona esteroidea sexual del grupo andrógeno y se encuentra en mamíferos, reptiles, aves y otros vertebrados. Principalmente es producida en los testículos y en menor medida en los ovarios, además las glándulas suprarrenales segregan pequeñas cantidades, es una hormona sexual masculina y también es un esteroide anabólico.

Ahí es dónde queremos ir nosotros, la testosterona provoca el crecimiento del músculo esquelético además de algunos otros efectos, se utiliza como término “esteroide anabólico” pero lo correcto es decir “anabólico-andrógino”.

En 1930, durante las investigaciones para luchar contra la pubertad tardía y el hipogonadismo, entre otras cosas, los científicos descubrieron que los esteroides anabólicos podían facilitar el crecimiento del músculo esquelético.

Desde entonces hay mucha controversia con el uso indebido de esta hormona que mal usada también es contradictoria puesto que, según psiquiatras, acelera el ritmo de enfermedades como la drogodependencia y a largo plazo problemas de salud como la psicosis entre otras cosas.

La mayoría de los usuarios de la testosterona son atletas de alto rendimiento  pero está demostrado que con un buen entrenamiento de resistencia y una dieta apropiada se puede incrementar la masa muscular magra y la fuerza en personas que usan esteroides anabolizantes.

La testosterona permite que los aminoácidos ingeridos se conviertan en energía, induciendo así un aumento de la fuerza y la potencia muscular, también favorece la relajación muscular durante la fase de recuperación, lo que conduce a una reparación mucho más rápida de los microtraumatismos asociados al esfuerzo intenso.

Para una correcta generación de testosterona se requiere tener un buena dieta en la que no puede faltar la ingesta de grasas buenas como los huevos, el ajo, el aguacate, las nueces, el brócoli, los arándanos o las ostras.

Una cosa que baja los niveles de testosterona es la falta de descanso y sueño ya que la producción de la hormona requiere tiempo de recuperación ante un esfuerzo muscular como el entrenamiento de fuerza.

También la ingesta de zinc, magnesio, así como la  vitamina D y B6 favorecen el aumento de la hormona estimulando su producción.

Siempre es conveniente consultar con un experto.

 

spot_img