Alba Sánchez
@albashezf
Con la llegada de las altas temperaturas, la alimentación se convierte en una aliada clave para sobrellevar el calor. Más allá de la simple hidratación, ciertos alimentos no solo refrescan, sino que también aportan sus vitaminas, minerales y electrolitos que el cuerpo pierde con el sudor.
Entre las frutas más eficaces destacan la sandía, el melón, las fresas y la papaya. Todas ellas contienen más de un 90% de agua y son ricas en antioxidantes como el licopeno y la vitamina C, esenciales para proteger las células del estrés oxidativo causado por la exposición al sol. Las naranjas y mandarinas, además de refrescar, aportan potasio, un mineral que ayuda a mantener el equilibrio de líquidos.
En el grupo de las verduras y hortalizas, el pepino lidera la lista con un 95% de agua, seguido del apio, rico en sodio y potasio naturales. Tomates, lechugas y espinacas frescas no solo hidratan, sino que también suman fibra y micronutrientes sin aportar calorías excesivas.
Las bebidas naturales también cumplen un papel fundamental. El agua de coco es una opción ideal para reponer electrolitos, mientras que las infusiones frías de menta o manzanilla hidratan y aportan una sensación refrescante.
Otros aliados del verano incluyen el yogur natural, que favorece la digestión; los pescados blancos y mariscos, fáciles de digerir; y las hierbas aromáticas como menta y albahaca, capaces de intensificar el frescor de ensaladas y bebidas.
Los expertos recomiendan evitar comidas muy grasientas o pesadas, ya que elevan la temperatura corporal y dificultan la digestión. En su lugar, es preferible optar por preparaciones frías y ligeras como ensaladas variadas, gazpachos y smoothies. Así, la mesa también puede convertirse en un refugio contra el calor, cuidando al mismo tiempo la salud y bienestar.
