Alba Sánchez
@albashezf
Tras los dos primeros torneos de La Liga Nacional de Fuerza, Daniel Rodríguez atraviesa una temporada marcada por las lesiones, pero lejos de bajar los brazos, mantiene vivo un objetivo ambicioso: terminar entre los cinco primeros de la clasificación y asegurar su permanencia en la Liga Nacional de Fuerza para el próximo año.
Tras pasar por el quirófano en octubre para operarse del bíceps, el deportista continúa un proceso de recuperación que aún no ha llegado a su fin. “Voy mejorando después de la operación, aunque todavía queda bastante margen de mejora”, reconoce. A este obstáculo se le suma una lesión cervical que le complica los presses a dos manos, afectando especialmente su lado izquierdo.
Pese a estas limitaciones, Rodríguez sigue en la pelea y observa de cerca la evolución de la liga. “La clasificación está siguiendo su lógica natural, sin demasiadas sorpresas”, comenta, antes de destacar la figura de uno de los grandes dominadores de la competición: “Si tengo que elegir, Gianluca Ardenghi está inconmensurable”.
El reto personal de Daniel no es menor. “Mi objetivo casi utópico es acabar 5º y mantenerme en la liga el año que viene”, admite, consciente de lo apretada que está la tabla. La batalla por las posiciones es intensa tanto en la parte alta como en la baja, y cualquier error puede marcar la diferencia entre la gloria y el descenso.
En cuanto a su predicción final, Daniel Rodríguez se moja y coloca su propio ranking de favoritos:
1º Gianluca Ardenghi
2º Matthew Riddall
3º Adrián Vela
4º Víctor Casado
5º Daniel Aroca
Un pronóstico que refleja la solidez de los líderes y que se sitúa a sus rivales directos como protagonistas de la parte alta.
Rodríguez encara la recta final de la temporada con la garra que se le caracteriza, dispuesto a superar las adversidades y a demostrar que, incluso en condiciones complicadas, todavía tiene mucho que ofrecer en la Liga Nacional de Fuerza. Su lucha no solo es contra los rivales en la clasificación, sino también contra las limitaciones físicas que intentan frenarle.
El desenlace aún está por escribirse, pero una cosa está clara: Daniel Rodríguez no se rinde y quiere dar guerra hasta el último minuto.